La
familia es el contexto donde un ser humano crece y se forma; la familia
representa el lugar donde un niño desarrollará sus sentidos de pertenencia,
individualidad e independencia. También debe ser el ente que genera protección,
donde se aprende a socializar, a negociar, y por encima de todo a amar. La familia da al individuo raíces para crecer
y alas para volar.
Para
lograr el crecimiento físico e intelectual armonioso, ese ambiente debe estar
definido y estructurado, para que el individuo reconozca los deberes y derechos
que le corresponden en cada etapa de su crecimiento. Hablar de disciplina con
amor pudiera causar asombro, ya que culturalmente, la palabra disciplina está
asociada a formas autoritarias para corregir y establecer reglas y límites. En
nuestro sistema familiar se tiene la creencia de que hay que ejercer una
disciplina basada en el miedo hacia las figuras de autoridad, los padres. Sin
que esto deje de ser contradictorio, sabemos que hay que disciplinar porque es
necesario asumir responsabilidades y respeto, para manejarse con los demás; sin
embargo, el amor tiene que estar presente a la hora de ejercer la
disciplinar.
Se preguntaran ¿por qué? ...
Porque
los seres humanos somos los únicos que necesitamos cuidados especiales durante
más de un año. Los neonatologos modernos recomiendan que no se separe al niño
de la madre durante el período de lactancia, recomendando a las madres tener
contacto piel con piel con él niño. Esto es reforzado por los Psicólogos que
establecemos que durante este período, desde el embarazo y el primer año se
forma el apego, el vínculo afectivo entre madre/hijo, que es muy importante, ya
que será la base para establecer las demás relaciones durante su desarrollo. De
allí la importancia de disciplinar con amor.
La
disciplinar positiva permite a los padres desarrollar la capacidad para
entender la forma como los hijos expresan sus emociones, y apoyarlos para que
aprendan a manejarlas de tal forma que puedan relacionarse armoniosamente con
ellos mismos y con los demás.
La
base de una disciplina con amor está en transmitir a los hijos o hijas que la
familia funciona si todos colaboran cumpliendo la función que tienen asignada,
por tal razón los padres deben transmitirles con el ejemplo que cada uno tiene
una responsabilidad que cumplir, creyendo firmemente que todos en la familia
son importantes, haciéndoles sentir que ustedes como padres los aman sin
condiciones.
Al
asumir la disciplina positiva, los padres no deberán utilizar métodos
represivos, punitivos o castigos, ya que es importante que también ellos
aprendan a respetar y a ser respetados. No se trata de ser permisivo, el método
de disciplinar con amor es una herramienta asertiva que permite una
comunicación eficaz, sin agresiones, ni juicios que pongan en riesgo la
interacción familiar.
Es
importante entender porque los niños tienen comportamientos inadecuados y para
conseguirlo es necesario aprender a identificar los sentimientos que se generan
en ustedes como padres, cada vez que los hijos tienen un comportamiento
inadecuado, y como consecuencia de ellos usted cede o pierde el control.
Los
niños generalmente tienen cuatro objetivos para tener comportamientos
inadecuados.
1. Atención: Si usted se molesta por el mal comportamiento
entonces su niño quiere atención. Usted debe ignorar dicho comportamiento,
rehúse sentirse molesto. Evite darle atención cuando éste se la pide.
2. Poder: Si usted pelea o cede ante el comportamiento
inadecuado, entonces su niño lo que quiere es tener el poder dentro de esta
familia. Usted no debe ceder ni pelear. Apártese, ni pelee ni ceda. Si es
posible deje que el niño experimente las consecuencias de su comportamiento.
3. Venganza: Si usted se siente herida por las cosas que hace o
dice su hijo, entonces probablemente su hijo quiere vengarse.
Evite demostrar que está herida. Evite el castigo, el desquite. Convénzalo de
que lo ama. Usted debe comunicarse con su hijo para saber porque él está
enojado o enojada con usted.
4. Demostraciones
de insuficiencia: Si usted le tiene lastima y todo se
lo resuelve el niño siente que solo pertenece si convence a otros de que no
pueden esperar nada de él. Usted no debe darse por vencido concéntrese en el
esfuerzo del pequeño.
La
mayoría de las veces los padres quieren proteger a sus hijos y esa intención no
basta, porque hay que establecer límites. Un hijo que crece sin aprender a
identificar los límites, no sabrá cómo actuar correctamente ante la sociedad.
Es
muy importante estar conscientes de que su hijo o hija necesita disciplina,
pero esta debe ser consecuencia de la educación, no de métodos agresivos, que
lastimen la dignidad del niño o la niña.
Cuando
esta disciplina va acompañada de amor y comprensión, se están dando
herramientas para que los hijos enfrenten los desafíos de la vida. Aprendiendo
a ser respetuosos, seguros de sí mismos, con la dosis correcta de autoestima y
la capacidad para tomar sus propias decisiones. El hijo que se valora a si
mismo sabe que puede ser mejor persona cada día y va a dar lo mejor de sí.